T rouvé sur Internet ce matin (et cétacé pour la journée)
« schläfrige
Seele » (âme somnolente)
« Mi alimento es todas
las cosas. »
« El cómplice
Me crucifican y yo debo ser
la cruz y los clavos.
Me tienden la copa y yo debo
ser la cicuta.
Me engañan y yo debo ser la
mentira. (engañar, tromper))
Me incendian y yo debo ser el
infierno.
Debo alabar y agradecer cada
instante del tiempo. (louer, remercier)
Mi alimento es todas las
cosas.
El peso preciso del universo,
la humillación, el júbilo.
Debo justificar lo que me
hiere. (herir, blesser)
No importa mi ventura o mi
desventura.
Soy el poeta. »
« Mis amigos no tienen
cara, »
« Elogio de la sombra
La vejez (tal es el nombre
que los otros le dan) (la vieillesse)
puede ser el tiempo de
nuestra dicha.
El animal ha muerto o casi ha
muerto.
Quedan el hombre y su alma.
(quedar, rester, Ils restent l’homme et son âme)
Vivo entre formas luminosas y
vagas
que no son aún la tiniebla.
Buenos Aires,
que antes se desgarraba en
arrabales (faubourg)
hacia la llanura incesante,
(vers la plaine)
ha vuelto a ser la Recoleta,
el Retiro, (a été à nouveau ?, vuelto, monnaie)
las borrosas calles del Once
(brouillées)
y las precarias casas viejas
que aún llamamos el Sur.
Siempre en mi vida fueron
demasiadas las cosas; (demasiado, trop)
Demócrito de Abdera se
arrancó los ojos para pensar; (arrancar, arracher, mettre en marche (máquina))
el tiempo ha sido mi
Demócrito.
Esta penumbra es lenta y no
duele;
fluye por un manso declive (fluir,
couler, manso : doux, docile)
y se parece a la eternidad.
Mis amigos no tienen cara,
las mujeres son lo que fueron
hace ya tantos años,
las esquinas pueden ser
otras, (esquina, coin)
no hay letras en las páginas
de los libros.
Todo esto debería
atemorizarme, (tout ceci devrait m’effrayer)
pero es una dulzura, un
regreso. (dulzor, douceur ? — regreso, retour)
De las generaciones de los
textos que hay en la tierra
sólo habré leído unos pocos,
(lu qq’uns)
los que sigo leyendo en la
memoria, (je continue à lire)
leyendo y transformando.
Del Sur, del Este, del Oeste,
del Norte,
convergen los caminos que me
han traído (qui m’ont amené)
a mi secreto centro.
Esos caminos fueron ecos y
pasos,
mujeres, hombres, agonías,
resurrecciones,
días y noches,
entresueños y sueños,
(demi-sommeils)
cada ínfimo instante del ayer
y de los ayeres del mundo,
la firme espada del danés y
la luna del persa,
los actos de los muertos,
el compartido amor, las
palabras,
Emerson y la nieve y tantas
cosas. (neige)
Ahora puedo olvidarlas (Je peux maintenant les oublier). Llego
a mi centro,
a mi álgebra y mi clave,
a mi espejo.
Pronto sabré quién soy. »
Hay demasiada agua (il y a
trop d’eau)
Je voudrais des dimanches, je
voudrais des dimanches de calme à l’infini — et sortir en boîte le samedi…
Tout ceci devrait m’effrayer
el compartido amor (l’amour
partagé)
clavo, clou, clave, clé
Dans ma vie ont été toujours
trop les choses
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